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A mi familia Pardo Noteboom

CONTENIDO

AGRADECIMIENTOS

1. INTRODUCCIÓN: LOS TRABAJADORES MIGRANTES EN EL SIGLO XXI

Migración, mercado de trabajo y globalización

Los trabajadores latinoamericanos en la economía española

Perspectiva teórica y objetivos

Diseño metodológico

Estructura del libro

PRIMERA PARTE
LOS TRABAJADORES MIGRANTES EN LA CONSTRUCCIÓN EUROPEA

2. LA MIGRACIÓN LABORAL EN EL DEVENIR ECONÓMICO EUROPEO

Precisiones conceptuales en torno a la migración laboral

La migración laboral en el contexto económico posterior a 1945

La crisis del petróleo de 1973 y el final del sistema de trabajadores invitados

Años ochenta: la migración laboral a partir del afianzamiento de la globalización neoliberal

3. LA CONTRIBUCIÓN DE LOS MIGRANTES AL MERCADO LABORAL

Contribución de los trabajadores migrantes al empleo a partir de los años noventa

Las limitaciones de la teoría del capital humano en el análisis de la migración laboral

La teoría del mercado dual y segmentado de trabajo

Discriminación, migrantes y mercados laborales

SEGUNDA PARTE
LA EUROPA EN CRISIS: LOS TRABAJADORES MIGRANTES LATINOAMERICANOS EN ESPAÑA

4. LOS TRABAJADORES MIGRANTES FRENTE A LA CRISIS

Efectos de la crisis en los trabajadores migrantes: diferenciación y aumento de la desigualdad

La economía de la circulación internacional de trabajadores

Respuestas políticas frente a la inmigración en época de crisis

5. LOS MIGRANTES EN EL MERCADO LABORAL ESPAÑOL

La migración laboral en el proceso de modernización e industrialización de España

Los migrantes en el mercado laboral español: desempleo, segmentación y diferenciación

La crisis en España se ensaña con los trabajadores migrantes

La política frente al desempleo y la precarización social

6. LOS TRABAJADORES LATINOAMERICANOS: TRAYECTORIAS DE INSERCIÓN Y MOVILIDAD LABORAL

Los migrantes latinoamericanos entre el boom económico y la crisis

Inserción, segmentación y movilidad laboral

Situación laboral previa a la emigración a España

La entrada al mercado laboral a la llegada a España. Primeras experiencias

La integración en el mercado laboral en el periodo precrisis 2000-2007. Ocupación, movilidad, género y nacionalidad

La política de la temporalidad y circularidad migratoria entre españa y latinoamérica

7. TRABAJANDO EN MEDIO DE LA CRISIS: PRECARIZACIÓN SOCIOLABORAL, MOVILIDAD TRANSNACIONAL Y RESISTENCIAS

Españoles e inmigrantes se igualan por el desempleo

El estado de ánimo de los trabajadores migrantes

Movilidad transnacional: las paradojas del retorno en la época actual

Resistencias de los migrantes frente a la crisis

CONCLUSIONES

8. HACIA NUEVOS ENSAMBLAJES GEOPOLÍTICOS Y TEÓRICOS

Los desafíos geopolíticos de la nueva migración en Europa

Geografías emergentes: hacia una migración de tránsito, temporal y circular

“Movilidad” versus “inmigración” en la política europea: la visión que se impone

Nacionalismo metodológico, perspectiva global y agencia migrante

La migración elegida: las nuevas relaciones de poder entre países emisores y receptores

Reconfiguración del espacio migratorio Latinoamérica-españa-europa

BIBLIOGRAFÍA

AGRADECIMIENTOS

En el estudio de las migraciones los que afirman que escribir un libro es como un viaje, tienen razón. No un viaje solitario sino uno compartido con muchas personas, en diversos lugares, tiempos y conocimientos. Para llevar a cabo esta investigación y en el curso de la escritura he contado con el apoyo, la colaboración y el aliento de diversas personas e instituciones. Primero agradezco a mi familia por su afecto y apoyo constante durante el desarrollo de este trabajo. Extiendo este agradecimiento a Juan Carlos Henao, rector de la Universidad Externado de Colombia, por su apoyo a la investigación en el ámbito internacional; a Lucero Zamudio, decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, por la fuerza y profundidad de su liderazgo académico e intelectual; y a mis colegas y estudiantes del Área de Investigación en Conflicto y Dinámica Social. Igualmente, agradezco a las personas que me colaboraron durante las estadías de campo en Madrid y Barcelona. En particular a las personas entrevistadas por su tiempo, opiniones e ideas, así como a los profesores y trabajadores de instituciones académicas y cívicas por sus valiosos aportes, entre los que puedo nombrar: el Instituto de Estudio de las Migraciones de la Universidad de Comillas, el Grupo de Estudio sobre las Migraciones Internacionales de la Universidad Complutense, el Instituto de Antropología de Barcelona, la Asociación Sociocultural y de Cooperación al Desarrollo (ACULCO), América-España Solidaridad y Colaboración (AESCO), Cruz Roja, Caritas y Radio Todo Noticias Latinas. Igualmente, al Centro de investigación y Documentación sobre Latinoamérica (CEDLA) de la Universidad de Ámsterdam por su soporte académico y logístico. Así mismo, agradezco la invitación como profesora a la Escuela de verano sobre migración laboral de la Universidad de Basilea (Suiza) donde los resultados de este trabajo fueron discutidos con estudiantes y docentes de otras universidades europeas. Finalmente expreso mi agradecimiento a los lectores pares por sus comentarios y sugerencias, y al Departamento de Publicaciones de la Universidad Externado de Colombia por su valiosa colaboración.

1. INTRODUCCIÓN: LOS TRABAJADORES MIGRANTES EN EL SIGLO XXI

Migración, mercado de trabajo y globalización

La intensificación de los flujos migratorios internacionales en el siglo XXI está profundamente conectada con el amplio proceso de integración económica que ha tomado lugar en las últimas décadas. El mundo ha alcanzado niveles de interdependencia económica nunca antes experimentados, en los cuales la migración de trabajadores ha devenido una dimensión esencial. En este contexto, las regiones y países cada vez más próximos a través del flujo de bienes, capital, materias primas e información, se conectan aún más por medio de las migraciones de personas, fenómeno que es acentuado por la globalización. Unos procesos que no son nuevos, puesto que ya nacían en periodos históricos anteriores, con momentos mercantes como la gran ola de emigración de europeos que toma lugar en los primeros años del siglo XX. Se afirma que entre los años 1800 y 1929, cincuenta millones de personas dejaron Europa por destinos como Estados Unidos, Canadá y Australia. Como lo anota Steger (2013):

… gracias a estas olas enormes de migrantes a comienzos del siglo XX estos países entran en la escena mundial como fuerzas a tener en cuenta. No obstante, también hicieron esfuerzos significativos para controlar estos flujos migratorios, inventando nuevas formas de control burocrático y desarrollando nuevas técnicas de vigilancia diseñadas para acumular más información sobre los nacionales, evitando al mismo tiempo la entrada de los migrantes no deseados (p. 34)1.

La intensidad de los flujos económicos y de personas que caracterizó las primeras décadas del siglo XX se estancó tras la Primera Guerra Mundial, con la recesión económica, y tras el final de la Segunda Guerra Mundial, con el colapso del comercio internacional y el afianzamiento de la economía nacional, lo que implicó restricciones a la inversión extranjera y a la inmigración. En los años de la posguerra, con el despliegue de la industrialización y la emergencia de las primeras economías transnacionales, se intensifica la migración laboral, la cual adquiere un lugar preponderante en el desarrollo de los mercados de trabajo globales a partir de la década de 1980 (Massey y Taylor, 2004; Castles, 2004).

Con el afianzamiento de la globalización y la expansión del modelo neoliberal que se acelera después del final de la Guerra Fría con la caída del muro de Berlín en 1989 y la disolución de la Unión Soviética en 1991, se da inicio a una nueva fase en la demanda de trabajadores migrantes, debido a una combinación de factores demográficos, económicos y sociales. Estos procesos toman la escena política en la década de 1980, un periodo en el cual, como explica Steger (2013):

… la primera ministra británica Margaret Tatcher y el presidente de los EEUU Ronald Reagan, actúan como colíderes de la revolución neoliberal contra el Keynesianismo. Poco después, las élites de negocios de los EEUU y de Japón conscientemente vinculan el nuevo término “globalización” a una agenda política dirigida a la “liberalización” de las economías reguladas por el Estado en todo el mundo (p. 40)2.

Así, en el ámbito laboral la globalización y el neoliberalismo han sido asociados con el empleo subcontratado y la flexibilidad laboral que ha puesto al trabajador inmigrante en el centro de proceso laboral contemporáneo (Schierup et al., 2015).

En efecto, a partir de este periodo, la adecuación entre los flujos migratorios de trabajadores y las necesidades del mercado de trabajo se hace prioritaria para los gobiernos europeos occidentales. Igualmente, a nivel global, en el contexto de la desregulación del mercado laboral y con el afianzamiento del sistema neoliberal, la subcontratación se va transformando en la forma privilegiada de empleo. Las corporaciones transnacionales han apelado a esta forma para expandir globalmente sus actividades, desarrollando complejas cadenas de producción que involucran proveedores de diversas partes del mundo, lo que se ha llamado cadenas globales de mercancías o redes globales de producción. Las compañías, a la cabeza de esas cadenas, emplean a pocos o casi ninguno de los trabajadores que producen los bienes y, de esta manera, las élites corporativas han logrado liberarse de las responsabilidades por los trabajadores empleados en esas cadenas (Schierup et al., 2015; Wills y Hale, 2005; Gerreffi y Korzeniewicz 1994).

De esta manera, las multinacionales se han asegurado de mantener bajos los costos salariales sin importar el impacto en la vida de los trabajadores y de sus comunidades (Wills et al., 2010). Además, a la vez que se importan trabajadores se externaliza la producción. En palabras de Steger (2013):

Las corporaciones transnacionales han consolidado sus operaciones globales en el marco de unos mercados laborales globales cada vez más desregularizados. La disponibilidad de mano de obra barata, recursos y condiciones de producción favorables en el sur global han mejorado la movilidad y la ganancia de estas corporaciones (p. 54)3.

Asimismo, se produce una reestructuración del mercado laboral a nivel global que debilita las contrataciones en el mercado de trabajo formal y vigoriza las economías sumergidas, dejando a los trabajadores inmigrantes en un estado permanente de precariedad laboral, bajos salarios y escasos derechos, lo cual refuerza y reproduce la segmentación (Schierup, 2015).

Posteriormente, durante los años noventa, con el avance de la desindustrialización que caracteriza este periodo y el afianzamiento de la economía de los servicios, las principales economías europeas experimentan amplios cambios, en un contexto en que empiezan a evidenciarse los problemas relacionados con el envejecimiento demográfico de la población—sobresaliente en países como España—, la escasez de mano de obra calificada y no calificada, así como el aumento de los niveles de desempleo. Igualmente, a partir de este periodo y, a pesar del progresivo desarrollo, más elaborado y restrictivo de las políticas de entrada y establecimiento—implementadas también con el objetivo de reducir la participación de la migración indocumentada en el mercado laboral—, Europa empieza a recibir una mayor cantidad de inmigrantes. Estos flujos crean una presión fuerte en los países de la Unión Europea, que en su mayoría no se consideran como países de inmigración en sentido estricto. Así, se produce un incremento sin precedentes de trabajadores migrantes de orígenes y calificaciones más diversas que incluyen al mismo tiempo personal altamente calificado y trabajadores poco o no calificados provenientes de África, Latinoamérica y Asia, así como refugiados y solicitantes de asilo. Esta es entonces una migración que se intensifica en la primera década del siglo XXI y que participa del boom económico que experimentaron países como España en este periodo (Garcés, 2012; Cohen, 2006; Kozer y Lutz, 1998).

A la llegada de la crisis económica y financiera en el 2008, la economía de la mayoría de los países europeos estaba balanceada y sin déficits externos mayores, con Alemania en pleno desarrollo. Una vez declarada la crisis en Estados Unidos y Gran Bretaña se hizo evidente que todos los países de la zona europea serían afectados, y no solo países como Irlanda o España, que habían experimentado subidas exorbitantes en los precios del mercado inmobiliario. De este modo la crisis se fue acentuando, los préstamos bancarios disminuyeron considerablemente, así como el consumo y la confianza en los negocios, los cuales estaban inmersos en mercados laborales con tasas de desempleo en aumento. Como consecuencia, la mayoría de los países se ven sometidos a políticas de austeridad y reducción del gasto público, hecho que ha generado inconformidad en los países más afectados, e incrementado la incertidumbre económica sobre la sostenibilidad de la zona europea en su forma actual y de su moneda única (Vaughan-Whitehead, 2012).

En efecto, desde 2008 Europa está atravesando una profunda crisis económica de la cual algunos países están saliendo pausadamente mientras otros como España, Grecia o Francia siguen pasando grandes dificultades. Esta es una crisis que ha sido rodeada por los conflictos internacionales y el terrorismo, con efectos importantes en el tema de la migración internacional, particularmente en lo relacionado con la migración laboral, la integración y las políticas de control de los flujos migratorios. La Unión Europea y los Estados individualmente están desarrollando marcos políticos para responder a los desafíos de la inmigración, expresando la supremacía de sus intereses económicos y la defensa de sus valores e identidades nacionales.

Los trabajadores latinoamericanos en la economía española

Como se presentó en la revisión precedente, en la actualidad la crisis económica global y sus repercusiones en la zona europea destacan diferencias regionales señalando a los países del sur, es decir, España, Grecia o Portugal como los más impactados. Una consecuencia inmediatamente observable ha sido la disminución en el crecimiento económico que ha conducido al aumento notorio del desempleo en la población inmigrante, con un porcentaje importante en áreas como la construcción, la manufactura y los servicios. Esta situación está induciendo a que los inmigrantes—viviendo y trabajando en estas economías— consideren regresar a sus países de origen o dirigirse hacia otros destinos con mejores perspectivas de empleo. En particular, los inmigrantes nacionalizados que tienen la posibilidad de desplazarse a buscar trabajo en otros países europeos. Esta circunstancia ha abierto cuestionamientos en torno a una posible correlación entre las fluctuaciones económicas y los cambios en los flujos migratorios.

En España, la crisis económica que se desencadenó en 2008 puso fin al boom económico experimentado en la década anterior y a los flujos migratorios masivos de trabajadores provenientes de Latinoamérica que llegaron desde la segunda mitad de los años noventa, y que alcanzaron las cifras más altas hacia el 2005. La crisis cerró de modo abrupto este ciclo migratorio, dejando en la incertidumbre el curso de estos flujos hacia el futuro. En este panorama económico surgen dos realidades en el tema de los flujos de los trabajadores latinoamericanos: por una parte, el aumento del desempleo da origen a la disminución de las entradas en un entorno político de incertidumbre y crecientemente hostil a la inmigración y, por otra, a pesar de las deficiencias de las políticas y programas del gobierno en respuesta a la crisis, la mayoría ha permanecido en España—un porcentaje importante ya en posesión de la ciudadanía española— mientras la minoría creciente ha regresado a sus países o migrado hacia otros destinos al interior de Europa donde el impacto de la crisis ha sido menor (Torres, 2014; Garcés, 2012).

Los datos han constatado que el retorno de migrantes latinoamericanos que se incrementó en 2010 se produce de manera independiente de las políticas y programas ofrecidos por el gobierno español a este efecto. De igual modo, con los efectos de la crisis, el tema de la migración adquiere una nueva dimensión en el debate político y público, en el que se prioriza el ámbito económico, dejando de lado las problemáticas en torno a la integración. Así, toman fuerza las nuevas normativas de extranjería que intentan dar cuenta de la migración en el nuevo contexto aportado por la crisis, haciendo énfasis en las políticas selectivas de trabajadores y los programas de incentivo al retorno (Sassone y Yépez del Castillo, 2014; Parella y Petroff, 2014; Plewa, 2012). Estos cambios tienen consecuencias en los procesos de integración que se habían logrado en años precedentes y dan origen a estrategias diferentes de parte de los migrantes que involucran la movilidad transnacional, formas alternativas de actividad laboral y la reactivación de las redes de apoyo organizativo migrante y familiar, entre otras.

Retomando el contexto de la crisis actual se observa que en el tema de la inmigración laboral proveniente ahora de países más diversos y más lejanos que aquella de los años sesenta y setenta, las políticas europeas están recurriendo a las mismas estrategias utilizadas en periodos de crisis anteriores, conjugando políticas restrictivas de entrada con políticas para favorecer el retorno (Castles y Miller, 2019; Rist, 1979). Gran Bretaña, por ejemplo, en respuesta a la crisis y para disminuir la inmigración de terceros países, estableció en 2012, como criterio de selección, un sistema de puntos, justificándolo públicamente como una medida para proteger a los trabajadores británicos. Por su parte España adoptó en 2008 una política para incentivar el retorno voluntario de los trabajadores inmigrantes desempleados y cotizantes del sistema de seguridad social (Plewa, 2012).

De este modo, como se analiza en este estudio, en el caso europeo se están conjugando varios procesos: una disminución drástica en la oferta de empleo para los inmigrantes, el reforzamiento de las políticas de entrada y de retorno, con efectos en los procesos de movilidad transnacional, integración y en las relaciones interculturales. También se advierte que las respuestas políticas, frente a la inmigración internacional de terceros países, principalmente la migración laboral no calificada, están incluyendo las mismas herramientas que en épocas anteriores. Otra característica importante ya presente en crisis anteriores es la manera en que estas políticas son presentadas públicamente como mecanismo de lucha frente a la crisis económica con el objetivo de ganar el favorecimiento público.

Perspectiva teórica y objetivos

No ha sido logrado el reconocimiento del aporte y la participación de la migración laboral en los mercados laborales y en las sociedades de acogida. Las respuestas políticas ofrecidas a la migración laboral en el marco de la crisis actual continúan desconociendo la importancia estructural para estas economías de la fuerza de trabajo inmigrante. Además, considerando los problemas demográficos y el creciente envejecimiento de la población que traen consigo la creciente necesidad de personas destinadas al trabajo de cuidado. En el contexto creado por el final de la Guerra Fría y la emergencia de la economía global, la crisis iniciada en el 2008 se ha extendido mundialmente, con efectos diversos y sin precedentes, principalmente debido a que ella ha conmocionado el corazón del sistema de mercado. En este sentido, los efectos más profundos de esta crisis no pueden ser fácilmente previstos, así como tampoco los efectos a largo plazo en las migraciones internacionales (Solimano, 2010; Castles y Velossi, 2009; Bauder, 2006).

Si bien la crisis ha sido más fuerte en los países del sur de Europa, los países del norte receptores de una importante migración laboral de terceros países han tomado a su vez medidas para disminuir los flujos migratorios. Junto a las políticas elaboradas para facilitar el retorno, en países como España en 2008, las políticas de entrada se han enfocado en la recepción de trabajadores migrantes altamente calificados y en controlar la llegada de población proveniente de terceros países. El tema de la integración de estas poblaciones, hasta ahora tan central en el debate sobre la inmigración, está siendo sustituido por los efectos de los cambios económicos en el mercado de trabajo y la necesidad de reformular las políticas de vinculación de fuerza de trabajo extranjera (Vaughan-Whitehead, 2012; Arestis et al., 2011; Martiniello y Rath, 2010).

En efecto, la crisis económica ha profundizado las divisiones estructurales que han caracterizado la participación en la economía de los trabajadores migrantes provenientes de terceros países en Europa. En este contexto, para contribuir al conocimiento sobre el desarrollo de estos procesos es necesario indagar sobre las lógicas políticas, culturales, institucionales y económicas que han determinado el lugar que ocupan los trabajadores migrantes provenientes de terceros países en los mercados de trabajo y en los procesos de producción en el marco de las economías de los países europeos receptores, con una atención particular al caso de los trabajadores latinoamericanos en España. Unas lógicas que han conducido a su concentración en las escalas más bajas y vulnerables del nivel laboral y han impedido hasta la actualidad que se les otorgue reconocimiento como fuerza laboral indispensable para el mantenimiento del crecimiento, no solo económico sino también cultural y social. Asimismo, estas condiciones facilitan que en época de crisis, cuando su fuerza de trabajo deja de ser necesaria, se intensifique la vulnerabilidad de los trabajadores migrantes y se les haga objeto de medidas políticas más restrictivas de control y exclusión.

Si bien es importante analizar la migración laboral en el marco de las consecuencias de la globalización neoliberal, los mercados laborales y las fluctuaciones económicas, es necesario tener en cuenta que sus dinámicas y complejidades no pueden reducirse solamente a este contexto. Las migraciones de trabajadores obedecen también a la propia decisión y agencia de los migrantes y sus familias, que a su vez contribuyen a definir la manera en que se distribuyen y se materializan estos flujos y su impacto económico y social. Paralelamente, esta capacidad de decisión es mediada por las políticas migratorias que regulan la movilidad de los trabajadores, las cuales obedecen a decisiones estratégicas ajenas a las realidades y expectativas de los migrantes y de sus países y regiones de origen. De este modo, en palabras de Bauder (2006):

En un nivel macro, las políticas restrictivas hacia la movilidad internacional de trabajadores pueden ser interpretadas como una estrategia para mantener la división internacional del trabajo. Prevenir la migración espacialmente fija el proletariado global en lugares donde los estándares laborales son débiles y donde pueden ser explotados más fácilmente (p. 6)4.

Entonces, desde la perspectiva teórica contenida en este libro, esta pretendida dominación en el control de los flujos globales de trabajadores se acompaña de una creciente autodeterminación de los migrantes en las escogencias de sus estrategias de movilidad transnacional y en su capacidad de agencia en los procesos de participación en los mercados laborales y en las sociedades de acogida. Así, el impacto social y económico de la migración laboral debe ser analizado en diferentes escalas geográficas, sociales y de poder. Adicionalmente, este libro sostiene que los trabajadores migrantes no son sujetos pasivos de las legislaciones laborales. Sus flujos no son determinados únicamente por los ciclos económicos y las fluctuaciones del mercado laboral, y, por el contrario, son los flujos de trabajadores migrantes los que han marcado y regulado los mercados laborales y las economías en las sociedades receptoras. Por tanto, la globalización misma no es entendida como un proceso único sino como una diversidad de procesos sociales y económicos diferenciados que hacen que las personas, actuando en diferentes partes del mundo, sean afectadas de modos diversos por una transformación enorme de las estructuras sociales en el contexto de una creciente diversidad de formas de conectividad e integración entre lo local y lo global; unos niveles que comunican igualmente con los niveles nacional y regional en escalas horizontales que se superponen e interactúan (Steger, 2013; Bauder, 2006).

En este contexto político, económico y social ―y considerando la naturaleza multilateral de la crisis―, la investigación empírica ha examinado las consecuencias en las condiciones de participación de los trabajadores inmigrantes en el mercado de trabajo y en las sociedades de acogida, así como las resistencias y estrategias de los migrantes para enfrentar la crisis, haciendo énfasis particular en el caso de los trabajadores latinoamericanos en España. Igualmente, este libro se interroga sobre el lugar que ha ocupado la migración laboral en el desarrollo y fortalecimiento de las economías europeas, para develar las causas de la falta de reconocimiento político y económico de esta participación. Paralelamente, este análisis será acompañado por una aproximación a las transformaciones geopolíticas, teóricas y metodológicas a partir del análisis de la migración internacional de trabajadores en Europa y los cambios en materia de movilidad transnacional e integración.

En este contexto, se pretende indagar si la crisis desatada en 2008 ha originado nuevas tensiones y desigualdades en el mercado de trabajo europeo y español, y el impacto en las condiciones de participación de los trabajadores en el mercado laboral y en la sociedad, con énfasis en España y los trabajadores latinoamericanos en este país. Con este objetivo se parte de algunas preguntas: ¿cuáles han sido los procesos de inserción y vinculación de los trabajadores migrantes—latinoamericanos— en el mercado laboral europeo y español y los cambios más importantes en el periodo posterior al 2008?, ¿qué medidas políticas han sido tomadas en relación con los trabajadores migrantes y con su participación en el mercado de trabajo?, ¿qué iniciativas han sido tomadas por los trabajadores migrantes para contrarrestar los efectos de la crisis?, ¿en qué medida la crisis ha afectado los procesos de integración de los trabajadores en las sociedades receptoras y la actitud de la sociedad local frente a la inmigración? Finalmente, ¿cómo la crisis afectará en el futuro en términos geopolíticos el espacio migratorio Latinoamérica-España-Europa?

Diseño metodológico

Este estudio obedece a un trabajo de recolección, análisis e interpretación de textos legales, estadísticos, académicos y periodísticos relacionados con los nuevos escenarios políticos y económicos de la migración internacional, particularmente la migración laboral, en Europa en general, y en España en particular, en los periodos pre y poscrisis. Así, este estudio combina resultados de investigación en dos ámbitos: el ámbito del análisis documental ya mencionado y el trabajo de campo realizado en Madrid y Barcelona en 2013 y 2014, que implicó simultáneamente estrategias de análisis narrativas, espaciales y visuales que incluyen la observación participante y entrevistas en profundidad, o semiestructuradas5.

De este modo, las actividades de campo combinaron diferentes formas de contacto e interacción con la comunidad inmigrante latinoamericana. Además de las entrevistas en profundidad y semiestructuradas (19 en Madrid y 15 en Barcelona), en las que se alcanzó un buen nivel de comunicación y confianza con los entrevistados, se visitaron organizaciones y se observaron las dinámicas relacionadas con la asistencia a la búsqueda de empleo o la asistencia jurídica de personas en desempleo o buscando informarse sobre las posibilidades y apoyos al retorno. Igualmente, se visitaron organizaciones como la Cruz Roja y Caritas que ofrecen servicios a la sociedad en general, tanto españoles como inmigrantes, y se observaron las dinámicas entre las personas visitantes.

Esta investigación pretende contribuir al conocimiento y reconocimiento del desempeño de los trabajadores migrantes en el desarrollo de las economías europeas desde final de la Segunda Guerra Mundial, dando atención particular al caso de la migración de trabajadores latinoamericanos hacia España desde el final de la década de los años noventa. La perspectiva de análisis se sitúa en sus procesos de llegada e inserción en el mercado laboral español hasta la llegada de la crisis; y posteriormente en las estrategias individuales, familiares y colectivas que se están adoptando para contrarrestar sus consecuencias, efectuando además un acercamiento crítico a los desarrollos políticos en respuesta a estos procesos. Igualmente, este estudio pretende ofrecer claridad sobre la conexión entre las fluctuaciones económicas en las sociedades de destino y la participación de los trabajadores migrantes provenientes de terceros países en la producción y los mercados de trabajo, así como en las sociedades receptoras; identificando asimismo los cambios que se están produciendo en los marcos teóricos y geopolíticos en el estudio de las migraciones internacionales y más particularmente de la migración laboral.

Estructura del libro

El libro está organizado en dos partes compuestas por secciones, más una sección final que contiene las conclusiones. Cada una de las diferentes secciones de este libro está elaborada con la intención de que puedan ser leídas separadamente, en combinación con el capítulo introductorio y la conclusión. De igual manera, las temáticas que se exponen en cada una de las partes han sido desarrolladas en correspondencia con las demás para dar un contenido coherente a la totalidad del libro. Así, la investigación traza e interconecta tres procesos: en primer lugar, la evolución de los marcos políticos y teóricos sobre la migración laboral; en segundo lugar, la comprensión de la contribución de los trabajadores migrantes al desarrollo de los mercados de trabajo en la Unión Europea y en España, y, en tercer lugar, las realidades propias de los trabajadores migrantes, sus procesos de inserción en los mercados laborales y las transformaciones que se han experimentado tras la crisis económica iniciada en el 2008.

La primera parte contiene, en primer lugar, una presentación de diferentes aproximaciones teóricas a la definición de la migración laboral. Seguidamente, se realiza una exploración histórica a partir del periodo de posguerra, definiendo los diferentes momentos históricos y contextos económicos que marcan transformaciones en las dinámicas y los flujos de trabajadores migrantes hacia la zona europea. La sección siguiente se dedica a analizar a través de variables económicas y políticas la contribución de los trabajadores migrantes al empleo en Europa, examinando las diferentes perspectivas teóricas que han procurado establecer las condiciones y los criterios que han enmarcado la vinculación de los trabajadores migrantes, estableciendo diferencias contextuales.

La segunda parte será dedicada a comprender el impacto de la crisis económica en los trabajadores migrantes, concentrándose seguidamente en la migración laboral latinoamericana en España. A este efecto se realizará una aproximación histórica a la evolución de las políticas del mercado laboral en España y a la migración laboral latinoamericana a partir de los años noventa. Asimismo, se analizarán las principales características de la participación de los trabajadores latinoamericanos en el mercado de trabajo español y las transformaciones que se han experimentado en términos políticos, laborales y sociales en el periodo poscrisis, reconociendo y evidenciando las estrategias creadas por los migrantes en respuesta a los efectos de la crisis.

La conclusión, si bien recoge los resultados y las limitaciones de los contenidos presentados, pretende ser de igual modo un aporte a la reflexión en torno a las transformaciones geopolíticas, teóricas y metodológicas en el análisis de la migración internacional de trabajadores que se derivan de este periodo de transición y crisis. Se identificarán cambios en la geografía y la visión política de la inmigración, y en el direccionamiento y duración de los flujos de trabajadores. Igualmente, se examinará cómo estas transformaciones marcan cambios en las relaciones de poder entre los países emisores y receptores de mano de obra migrante. Finalmente, se buscará comprender cómo los procesos de ampliación de la Unión Europea y los efectos de la crisis económica declarada en 2008 están teniendo consecuencias importantes en la configuración del espacio migratorio Latinoamérica-Europa-España, que merece una reflexión y un seguimiento particular.

PRIMERA PARTE
LOS TRABAJADORES MIGRANTES EN LA CONSTRUCCIÓN EUROPEA