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© 2014, Jordi Bosch Díez / Susanna Rodríguez Rafí

© 2014, De esta edición: Nova Casa Editorial

Editor

Joan Adell i Lavé

Coordinación editorial

Núria Martí Aulló

Joan Adell i Lavé

Revisión

Carlos Cote Caballero

Cubierta

Vasco Lopes

Maquetación

Noemí Buesule

Fotografia cubierta

Jordi Bosch Díez / Susanna Rodríguez Rafí

Primera edición: Diciembre del 2014

Depósito Legal: DL B 1396-2015

ISBN: 978-84-16281-15-2

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70/93 272 04 47).

Jordi Bosch Díez
Susanna Rodríguez Rafí

Nueva Zelanda


¿El último paraíso?
Una rut
a por las antípodas


Nova Casa Editorial

A Ibai, para que le inspire a viajar y descubrir mundo.

AGRADECIMIENTOS

Queremos dar las gracias a nuestros padres, familia y amigos por su apoyo, por creer siempre en nosotros y confiar en que este libro se haría realidad.

Kia ora a todos los protagonistas del libro y especialmente a Mireia, Roy, Susan y los dos peques, a Vicki Jayne y Philip Temple por abrirnos las puertas de sus casas. También a Andy, Karl y Claire por compartir unas cervezas y unos vinos con nosotros.

Una especial mención a Xavier Moret, por inspirarnos y aconsejarnos en este viaje literario.

Y por último, gracias a los editores, Joan y Núria, por haber creído en el proyecto y por su dedicación, que ahora nos permite a todos disfrutar de este libro.

FICHA TÉCNICA

Fechas del viaje:

– Salida: Barcelona 2 diciembre 2012

– Llegada: Auckland 4 diciembre 2012 (30 horas)

– Salida: Christchurch 22 enero de 2013

– Llegada: Barcelona 23 enero de 2013 (36 horas)

Días de viaje: 48

Días de ruta en furgoneta: 42

Kilómetros recorridos con la furgoneta: 7.566

Cámaras fotográficas: Canon EOS 450 D, Objetivos 18 mm -55 mm y teleobjetivo 55 mm-250 mm y una Kodak compacta prestada, por si acaso.

Isla Norte

1- Auckland

2- Waiheke Island

3- Waitangi Treaty Grounds (Bay of Islands)

4- Cape Reinga

5- Waipoua Kauri Forest

6- Thames (Coromandel)

7- Cathedral Cove (Coromandel)

8- Hobbiton (Matamata)

9- Mount Maunganui (Tauranga)

10- Rotorua

11- Opotiki (East Coast)

12- Torere (East Coast)

13- Te Kaha (East Coast)

14- Te Araroa (East Coast)

15- Anaura Bay (East Coast)

16- Tolaga Bay (East Coast)

17- Napier

18- Taupo

19- Tongariro National Park

20- Wellington

Isla Sur

21- Nelson

22- Marahau

23- Abel Tasman National Park

24- Takaka (Golden Bay)

25- Collingwood (Golden Bay)

26- Cape Farewell (Golden Bay)

27- Wesport

28- Pancake Rocks (Punakaiki)

29- Greymouth

30- Hokitika

31- Franz Josef Glacier

32- Fox Glacier

33- Wanaka

34- Cromwell

35- Clyde

36- St. Bathans

37- Queenstown

38- Te Anau

39- Milford Sound

40- Curio Bay (The Catlins)

41- Dunedin

42- Moeraki Boulders

43- Oamaru

44- Twizel

45- Mount Cook

46- Lake Tekapo

47- Akaroa

48- Christchurch

Índice

Prólogo

RUMBO A LAS ANTÍPODAS

PARTE 1:
ISLA NORTE

AUCKLAND Y WAIHEKE ISLAND

CAPE REINGA, UN VIAJE ESPIRITUAL

WAIPOUA, EL GRAN BOSQUE DE KAURIS

L&P Y HOBBITS

UNA FAMILIA CATALANOMAORÍ EN MOUNT MAUNGANUI

ROTORUA, UN ESPECTÁCULO TURÍSTICO

KIA ORA, EAST COAST

TAUPO, EL GRAN LAGO VOLCÁNICO

TONGARIRO, EL CORAZÓN DE LA ISLA NORTE

WINDY WELLY

PARTE 2:
ISLA SUR

CRUZANDO EL ESTRECHO DE COOK

EXPLORANDO EL ABEL TASMAN

LA BOHEMIA GOLDEN BAY

ATRAPADOS EN LA WEST COAST

VOLVEMOS A VER EL SOL

SOBREVOLANDO FIORDLAND

MILFORD SOUND

UNA GRANJA DE OVEJAS

PINGÜINOS

DUNEDIN CON PHILIP TEMPLE

MOUNT COOK, LA MONTAÑA SAGRADA

AKAROA, UN REDUCTO FRANCÉS

CHRISTCHURCH TRAS EL TERREMOTO

Epílogo | KORU

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

Anexo I

DE AOTEAROA A ZEALANDIA, UN GLOSARIO PARA ADENTRARTE EN NUEVA ZELANDA

ANEXO II

SI TE ANIMAS A VIAJAR A NUEVA ZELANDA, TE SERÁ ÚTIL SABER…

Prólogo

Cuando me preguntan por un destino espectacular adonde valga la pena viajar, uno de los primeros países que me viene a la cabeza es Nueva Zelanda. Tiene la desventaja de que está lejos, en las antípodas, pero todo lo demás son ventajas. Es una tierra con una naturaleza espectacular, ciudades abiertas al mar, miles de kilómetros de costa, parques naturales, montañas, valles, volcanes, glaciares, fiordos… y unos habitantes que disfrutan con las actividades al aire libre y suelen mostrarse amables con el viajero. Es cierto que la lluvia puede llegar a ser tozuda, persistente, pero supongo que por eso se inventó la calidez de los pubs. Si a todo el conjunto le añadimos el gran spot promocional que es la película El Señor de los Anillos, dirigida por el neozelandés Peter Jackson, se comprende que cada vez haya más gente que quiera viajar allí.

Jordi Bosch Díez y Susanna Rodríguez Rafí, los jóvenes autores de este libro, son de los afortunados que consiguieron cumplir su sueño de viajar a Nueva Zelanda. Volvieron encantados, como casi todos los que viajan a estas islas lejanas. Estuvieron dos meses recorriendo el país con una furgoneta, disfrutando de sus paisajes, tomando notas y entrevistando a personajes significativos. Hay quien piensa que viajar con alguien que tiene en mente escribir un libro puede ser un rollo, ya que siempre lleva el guión en la cabeza. Yo pienso exactamente lo contrario. Viajar con la intención de escribir un libro te permite disfrutar doblemente del viaje, ya que te fuerza a meterte más a fondo en el país, a conocer más gente, a tomar más notas. Por si todo esto no bastara, a la vuelta tienes la agradable propina de revivir el viaje mientras estás escribiendo el libro.

El lector podrá conocer de primera mano, a través de las páginas de este libro, la emoción contagiosa que produce viajar por Nueva Zelanda, contemplar los monumentales kauris y los helechos gigantes, extasiarse ante la belleza de sus costas y montañas, vibrar con la naturaleza volcánica, sentirse en algunos momentos como un hobbit, acercarse a los mitos, rituales y leyendas maoríes y disfrutar en todo momento de una intensa comunión con la naturaleza.

El debate de si es mejor la Isla Norte o la Isla Sur suele aflorar a menudo cuando viajas por Nueva Zelanda. La mayor parte de los viajeros se inclina por la Isla Sur, menos poblada y con una naturaleza más espectacular. Pero también la Isla Norte merece la pena, como muestran las excursiones al cabo Reinga, Rotorua o Tongariro que describen Jordi y Susanna. Claro que en la Isla Sur hay lugares maravillosos como el Abel Tasman National Park, la región de Golden Bay, los glaciares, Milford Sound, el Mount Cook, Akaroa, etcétera, etcétera. En resumen, que en el libro queda claro que, más allá del debate, ambas islas juegan con buenas cartas a favor, como también el estrecho que las separa, que recibe el nombre de Cook en homenaje al gran explorador británico.

Los distintos encuentros con personajes representativos de las islas contribuyen a enriquecer el libro y complementan la visión de este país en el que viven muchísimas más ovejas que humanos, de estas islas en las que los esquivos kiwis y el rugby de los All Blacks se han convertido en símbolos más destacados. Por cierto, cada vez que veo por televisión el espectacular ritual maorí que ejecutan los All Blacks antes de cada partido, pienso que tengo que volver a Nueva Zelanda. Cuando no lo veo, pues también. Y es que Nueva Zelanda es uno de esos contados paraísos a los que sabes que siempre merece la pena regresar. El libro que el lector tiene en sus manos explica muy bien por qué.

Xavier Moret

RUMBO A LAS ANTÍPODAS

Os encantará. Yo crucé las dos islas en moto hace treinta años y me fascinó la naturaleza y las montañas —nos dijo Peter, con quien compartimos fila en el vuelo de Londres a Hong Kong.

Con greñas rubias casi blancas y las arrugas del sol y el viento en su rostro, este aventurero sueco ha viajado por medio mundo y sigue haciéndolo. Sus largas piernas apenas cabían en el asiento del avión.

—Estuve seis meses recorriendo la gigantesca naturaleza de Nueva Zelanda. Incluso intenté seguir los pasos de los buscadores de oro que llegaban a la Isla Sur a partir de 1860, sin éxito, claro —soltó una carcajada.

Con ojos vivaces y gestos nerviosos, a sus más de sesenta años, Peter es un torrente de energía. Ahora estará surcando algún mar como tripulante de un velero que partió de Borneo hace unos meses, o quizás ya haya vuelto a Suecia para hacer de nuevo las maletas, esta vez para siempre.

—La vieja Europa no me interesa. Está demasiado envejecida, falta de ilusión y de futuro —Peter no tiene pelos en la lengua. Mientras bajábamos del avión nos contó que pasaría las Navidades en Hong Kong con su sobrina. Nosotros proseguimos hacia nuestro destino soñado: Nueva Zelanda.

Tras treinta horas de viaje, con dos escalas y tres cambios horarios, nuestro cuerpo ya no sabía qué hora era. En Londres retrasamos el reloj una hora, al llegar a Hong Kong eran seis horas más y en Auckland otras seis. A partir de ese momento, cada día seríamos los primeros en ver amanecer. Eran las siete y media de la mañana cuando por fin vislumbramos por la ventanilla la silueta de un país tan famoso como desconocido y la emoción nos invadió. A la sombra de Australia la masa continental más cercana (y aun así a 2.000 kilómetros de distancia y tres horas de vuelo), Nueva Zelanda, aparece en el mapamundi gracias a los All Blacks y los Hobbits. Las confusiones son frecuentes, atribuyéndole también canguros, cocodrilos y boomerangs a su patrimonio natural y cultural, pero Nueva Zelanda es un país joven y único que nada tiene que ver con su vecino.

Hechos polvo, pero llenos de ilusión y de incredulidad, llegamos dispuestos a explorar durante dos meses un nuevo mundo en las antípodas de nuestro hogar.

PARTE 1:
ISLA NORTE