Cubierta

Actívate

Cuerpo y mente en movimiento

Antonio Casimiro

Plataforma Editorial

Gracias Papá.

Tras el último beso que te di en el cementerio, recibí la llamada de aceptación para la publicación de este libro. Tú te fuiste y éste nacía.

Sé que estás orgulloso y muy feliz en el cielo.

Te doy las gracias por ACTIVARME como ser humano.

Índice

  1.  
    1. Preámbulo. Marcos Becerro
    2. Prólogo. Pepu Hernández
    3. Introducción
  2.  
    1. 1. Cena de aniversario
    2. 2. ¡Qué susto me llevé!
    3. 3. Una espinita clavada
    4. 4. Vivimos demasiado rápido
    5. 5. Tengo que poder con el cáncer
    6. 6. La bomba de la vida
    7. 7. ¡Y en el trabajo también!
    8. 8. El dolor permanente
    9. 9. El exceso de gasolina
    10. 10. ¡Qué bien lo paso!
    11. 11. ¡No es oro todo lo que reluce!
    12. 12. El ejemplo de mi padre
    13. 13. Quiero activar mi vida
  3.  
    1. A manera de conclusión. Ahora, ¿qué?
    2. Apéndice. La historia de vida de un amigo
    3. Agradecimientos
    4. Bibliografía

Preámbulo

Hace muchos años conocí a Antonio Jesús cuando comenzaba su andadura en el terreno de la Actividad Física. Una de las cosas que más me llamó la atención fue su interés por vincular el ejercicio con la salud, cosa que, según él, no era habitual en las enseñanzas que se aportaban en aquella época.

Con el paso del tiempo su seducción por la salubridad del cuerpo conseguida a través del ejercicio no sólo no ha decaído sino que se ha incrementado. La prueba que lo demuestra es el excelente libro que el lector tiene en sus manos.

A diferencia de lo que es tradicional en este tipo de libros, su redacción se hace en forma de narración novelesca, sin perder un ápice del valor científico, por lo que el lector, incluido el que carece de conocimientos técnicos, podrá asimilar fácilmente lo expuesto en el mismo.

Lo que narra el autor, aunque lo haga a través de la experiencia de lo sucedido a sus amigos, las conclusiones a las que llega, cuenta con el respaldo de numerosos trabajos científicos publicados en diversas partes del mundo.

El ejercicio es una obligación de nuestro cuerpo impuesta por los genes, de manera que quienes no lo realizan de forma habitual incumplen sus preceptos y se precipitan en un vacío que termina en el deterioro de su capacidad psicofísica y en el acortamiento de la duración de la vida.

Los estilos de vida inadecuados como fumar, la alimentación excesiva en calorías y mal equilibrada en nutrientes, la ingestión abundante de alcohol y el sedentarismo constituyen las primeras causas de mortalidad en España y las que más problemas originan a la salud de sus habitantes.

Leer con detenimiento este libro y practicar sus consejos será beneficioso no sólo para la salud de quienes lo hagan sino también para todos los habitantes de nuestro país, ya que los gastos originados por las malas conductas descritas son enormes para el erario público y tienen que ser sufragados con el dinero de los contribuyentes.

DR. J. F. MARCOS BECERRO

Presidente del Instituto de Longevidad y Salud

Prólogo

En el deporte profesional o de alta competición la imperiosa necesidad de atender a marcas y resultados trastoca, en más ocasiones de las deseables, la búsqueda del equilibrio físico y mental imprescindibles para la consecución de aquéllos. Una paradoja. Una más de las que podemos encontrar asociadas a la práctica del deporte de élite donde, en ocasiones, se llega a exceder lo saludable.

Si los requerimientos básicos e históricos del deporte, más rápido, más alto y más fuerte, aparecen impulsados en mayor medida por el «tener que hacer o conseguir» que por el «querer hacer o conseguir», no resultará otra cosa que la despersonalización de la búsqueda, del esfuerzo y, por tanto, de la asociación de términos como insatisfacción o fracaso en el momento de los resultados.

Es posible que en la actividad extradeportiva nos exijamos o nos exijan batir determinadas marcas y que esta situación provoque el abandono del equilibrio físico y mental necesario entre trabajo, descanso y ocio. La conciliación de nuestras responsabilidades con nuestras aficiones y con la reparación que nos ofrece el descanso nos permitirá enfrentarnos a los retos que nos surjan a diario con la mejor preparación posible.

La primera de las muchas y muy sensatas ideas que este libro nos transmite es que podemos, con facilidad, ser nuestros propios entrenadores personales. ¿Quién mejor que nosotros para tomar las decisiones adecuadas sobre nosotros mismos? Ya en una siguiente fase podremos acudir a quien nos ayude y aconseje, pero la primera decisión debe ser nuestra. Para que esto pueda ocurrir deberíamos prestar atención a otra de las propuestas del libro que no es otra que «parar para estudiarte». Si fuéramos capaces de revisar y actualizar nuestras prioridades cada cierto tiempo, nos encontraríamos con la sorpresa de variados desajustes que habían pasado desapercibidos y que, una vez diagnosticados y asumidos, nos conducirán a tomar la decisión sobre la necesidad de buscar un adecuado y equilibrado estilo de vida.

La lectura de los casos relatados en este libro nos conduce a repasar nuestras propias vivencias y la posible necesidad de recuperar antiguas amistades que ya es en sí mismo un ejercicio muy saludable exento de esfuerzo físico. Un buen comienzo. Así, también conseguiremos pistas para encontrar la actividad física que más nos divierta, con los alicientes y los extras que esta práctica depare. Una actividad individual o compartida donde la asociación amigos-deporte aporte un plus social que, sin notarlo, podemos estar abandonando.

Sin duda, el vernos reflejados en uno o varios casos que aquí se relatan nos animará a tomar decisiones sobre la conveniencia de adoptar cambios que conduzcan a encontrarnos mejor en todos los sentidos. Notarnos y que nos perciban activos y felices, con el vehículo de una adecuada, divertida y equilibrada actividad física. Con ayudas como ésta nos sentiremos capaces de entrenar la salud, nuestra propia salud.

PEPU HERNÁNDEZ

Ex seleccionador nacional de Baloncesto. Campeón del Mundo (Japón 2006) y Subcampeón de Europa (Madrid 2007)

Introducción

«La salud no lo es todo,
pero sin salud no tenemos nada.»

SCHOPENHAUER

Puedes tener dinero en abundancia, un magnífico chalet, un coche extraordinario y tantas otras cosas, pero si careces de salud no disfrutarás plenamente de tus bienes materiales. De hecho, la salud, acompañada de la felicidad, es lo más importante para cualquier ser humano. Su cuidado debería ser prioritario en la vida, pero suele ser un bien del que se es poco consciente; insuficientemente valorado hasta que se pierde. En la actualidad, la salud es una de las temáticas con mayor calado social, debido al aumento incesante de trastornos cardiovasculares, metabólicos, mentales y del aparato locomotor, derivados de un estilo de vida en el que predominan el sedentarismo y el estrés.

Vamos a considerar la salud como una línea continua: en un extremo encontramos el estado de bienestar completo en todos sus componentes (físico, fisiológico, psicológico y social) y en el otro, la ausencia total de salud, o sea el estado agónico que, una vez sobrepasado, lleva a la muerte. Nuestro voluntario estilo de vida determinará que, al movernos por esta línea, nos acerquemos más a cualquiera de los extremos.

En efecto, la mayoría de las enfermedades crónicas de los habitantes de los países desarrollados tienen su origen en el exceso de estrés, comida, tabaco, alcohol y fármacos, y en la ausencia casi total de actividad física.1 Entre estos hábitos voluntarios, la inactividad es una de las causas más importantes que inciden en el desarrollo de la enfermedad y, en muchos casos, de la muerte.

En épocas primitivas, la actividad física era inherente al hombre, pero los avances tecnológicos, la mecanización del trabajo y de las tareas domésticas, entre otros factores, han conducido a una situación de predominio del sedentarismo,2 tanto en la jornada laboral como en el ocio o en los desplazamientos. La consecuencia inmediata de esta falta de movimiento es el incremento vertiginoso de una serie de patologías tales como la obesidad, las alteraciones cardiovasculares, respiratorias, metabólicas y/o del aparato locomotor, afecciones psíquicas, cáncer…

Sin embargo, todas estas circunstancias pueden ser prevenidas con una correcta educación para la salud desde los primeros años de vida. Ser conscientes de que sólo se vive una vez debería llevar a la concienciación y a la incorporación de hábitos saludables a nuestra cotidianidad, eliminando los abusos de los hábitos nocivos socialmente aceptados. De este modo, podremos añadir años a la vida (cantidad) y vida a los años (calidad).

Por otra parte, en la primera década del siglo XXI se ha experimentado un boom de adoración corporal y de todo lo que rodea a lo considerado, de manera un tanto peregrina, como «saludable», provocando que una parte importante de la población se lance a la práctica de actividades físicas y deportivas sin ningún tipo de formación previa. Como veremos a lo largo de este libro, no toda actividad física es saludable; de hecho, algunas son altamente peligrosas para la integridad del individuo, cuando no se tienen en cuenta una serie de factores preventivos.

Este «culto al cuerpo» se ha visto favorecido por la influencia negativa de algunos medios de comunicación, a través de la divulgación de productos, dietas y aparatos milagrosos, encaminados a conseguir –de una forma sensacionalista y escasamente rigurosa– cuerpos perfectos con mínimos sacrificios. El resultado: importantes confusiones e insatisfacción en los ciudadanos.

Todos tenemos nuestra parte de culpa en el hecho de que España se encuentre, por desgracia, en los primeros puestos del ranking en obesidad y sedentarismo de Europa. ¿A qué juegan nuestros hijos? ¿Cómo ocupan su escaso tiempo libre, con tantas obligaciones extraescolares? Como padre y como ciudadano, ¿soy un buen modelo para los que me rodean? El deporte-espectáculo es un fenómeno de «masas», pero ¿son estos famosos deportistas buenos modelos que favorezcan la correcta activación de sus fans y espectadores?

Estas reflexiones me han conducido a escribir este sencillo libro, con la esperanza de que la semilla aquí depositada arroje sus frutos en forma de miles de lectores que se «activen». Mi objetivo es dotar a éstos de un instrumento con el que puedan recapacitar sobre su estilo de vida y que les ayude a ver en la actividad física y en el deporte un aliado para mejorar su calidad de vida. Es mi intención ayudar a muchas personas a pensar sobre sí mismas y su forma de vivir.

Todo lo escrito, de forma apasionada, ha sido experimentado e interiorizado en primera persona al deslizarme por las pistas de Sierra Nevada, navegando con mi tabla de windsurf por las aguas del cabo de Gata, jugando al pádel con amigos, patinando con mis hijos, pedaleando por caminos o simplemente paseando por cualquier paseo marítimo.

Desde que me inicié en el mundo de la docencia, hace más de veinticinco años, he percibido en todos los niveles educativos (Primaria, Secundaria y Universidad) esta necesidad de educar a través de lo físico. En mis clases o conferencias constato que existe una escasa e inadecuada cultura física, pero que los ciudadanos demandan este tipo de formación e información.

Aunque lo he ido percibiendo día a día, hubo, sin duda, un inicio de toma de conciencia a finales de los años ochenta en San Sebastián de los Reyes (Madrid). Trabajando en un servicio medicodeportivo municipal comencé a comprobar los extraordinarios beneficios fisiológicos y psicológicos que desencadenaban nuestras enseñanzas, en gimnasio o piscina, a muchas personas afectadas por el maldito «síndrome del aceite de colza», que tanto daño hizo en España durante aquellos años (enfermaron unas catorce mil personas, con más de trescientas víctimas mortales).

Con el devenir de los años he conocido a centenares de personas que han conseguido su equilibrio psicofísico y, en muchos casos la felicidad, gracias a la actividad física y al deporte. Personas desorientadas, fatigadas o estresadas, que, gracias a esta sencilla herramienta, se han reencontrado consigo mismas, descubriendo que la verdadera raíz de la felicidad está en su interior y en la palma de su mano.

Quisiera finalizar esta introducción con unas palabras de Match Albom, de su extraordinario libro Martes con mi viejo profesor: «la manera en que puedes aportar un sentido a tu vida es dedicarte a amar a los demás, dedicarte a la comunidad que te rodea y dedicarte a crear algo que te proporcione un objetivo y un sentido». Esto es lo que he intentado al escribir este libro.