[portada]

Diseño de portada: Ricardo Caballero

Primera edición electrónica, enero 2011

© Noé Morales Muñoz - OBRA REGISTRADA EN LA SOCIEDAD GENERAL DE ESCRITORES DE MÉXICO.

La adquisición de esta obra no incluye los derechos para llevarla a escena. Para adquirir los derechos escribir a: noemoralesmunoz@gmail.com

http://libros.malaletra.com

ISBN: 978-607-95520-2-2

Hecho en México

Disforia
+
Diagonal Norte

Noé Morales Muñoz

De teatralidades y otros laberintos

La mayoría de los creadores escénicos (directores de escena, escenógrafos, iluminadores, coreógrafos) diseñan y crean sus espectáculos sin preocuparse por la nomenclatura: Multidisciplinar, teatro-danza, performance, teatro, son nombres tan manoseados que ya no significan nada en específico y sin embargo, claramente son artes escénicas, sin importar el apellido que ostenten.

Probablemente el lector se pregunte por qué estos textos de Noé Morales Muñoz —Disforia y Diagonal Norte—, se encuentran en una colección de teatro. Sinceramente no encuentro ninguna respuesta que resista un embate argumental. Las obras no son lo que convencionalmente llamamos literatura dramática, en especial Diagonal Norte, donde ni siquiera hay narración, ni personajes. Entonces, ¿por qué se consideran potencialmente escénicos? Quizá la única respuesta clara sea, porque están —o han estado— en escena.

Disforia, ganadora de mención honorífica en el Premio Nacional de Dramaturgia Manuel Herrera 2006, se presentó —ese mismo año— como lectura dramatizada en la Muestra Nacional de la Joven Dramaturgia bajo la dirección de Edén Coronado, quien después concretara la puesta en escena. Diagonal Norte escrita en una residencia del Royal Court Theatre de Londres (2007) tiene una propuesta de montaje coreográfico aún por estrenar. En este sentido, recuerda a Ring Side de Daniel Veronese (1996), donde no hay ningún indicio de teatralidad en el texto, no se adivina más que una voz lírica, mas existió primero en escena que en papel, personificada por 13 actores. Se pueden mencionar muchos ejemplos como éste en el teatro contemporáneo, lo que suscita la pregunta, dónde radica la teatralidad, qué hace un texto teatral y finalmente, es cierto —como afirma Luis de Tavira— que si todo es teatro, nada es teatro.

En un artículo publicado por la revista Paso de Gato (La ruptura del Canon. Paso de Gato No. 26), LEGOM aborda el problema del dramaturgo sin literatura dramática, a decir suyo: “mientras un texto narrado cuente con la progresión necesaria en cuanto a personajes, hechos e ideas, o permita que la escena brinde sus propias progresiones al texto (lo que deja dentro de la canasta prácticamente a cualquier texto existente o ni siquiera esbozado), tendrá posibilidades en el público. Es decir, la dramaturgia como la conocíamos ya no tiene sentido y el papel del dramaturgo, que tanto peleó por el lugar de la palabra en la escena, queda totalmente en entredicho. Si aceptamos que cualquier texto puede solucionarse en escena, ya no podemos hablar de dramaturgos. Podemos en su caso, referirnos a escritores que tienen una afinidad con la escena y que en algún momento dado pueden aportar soluciones al espectáculo más allá de las meramente textuales [...] Por la naturaleza colectiva de la puesta en escena, los que escribimos para teatro debemos, por lo tanto, preocuparnos más por los valores intrínsecos al texto escrito y de cuidar nuestra relaciones sociales con el mundillo teatral.”

No hay duda que Noé Morales Muñoz (México, D. F. 1977) es un ente teatral. Formado en el colegio de Literatura Dramática y Teatro de la UNAM, crítico de teatro por más de 10 años, Noé posee un amplio conocimiento de la escena y todo lo circundante a ella. La aparente distancia de sus textos con la teatralidad es un reto a la escena, un reto que él mismo asume este año al dirigir por primera vez una obra suya: Hitler en el corazón (El Milagro, 2010).

En últimas fechas, Noé se ha interesado más por acompañar al proceso escénico desde la escritura, abandonar el papel protagónico de autor y dejarse contaminar por la creación en proceso, por las inquietudes de los intérpretes y del director. De este modo escribió los textos para el espectáculo Migrantes errantes (2009) de Alicia Martínez y La forma que se despliega (2010) que es una versión libre de Teatro Línea de Sombra del original de Daniel Veronese.

Es difícil ubicar a este autor de manera generacional, pues comenzó a escribir teatro a la par que autores más jóvenes como Hugo Abraham Wirth (1981) y Alejandro Ricaño (1983), por otro lado los autores mexicanos más recientes se han agrupado en camadas, pues como generación es demasiado difusa. Dentro de la gran cantidad de dramaturgos contemporáneos en México, Noé Morales Muñoz es una de las voces más claras y distintas. A pesar de ser notoria la influencia de Sarah Kane en sus obras, Noé es una voz propia.

DisforiaDiagonal Norte