El futuro de la energía
en 100 preguntas

El futuro de la energía
en 100 preguntas

Pedro Fresco

Colección: 100 preguntas esenciales

www.100Preguntas.com

www.nowtilus.com

Título: El futuro de la energía en 100 preguntas

Autor: © Pedro Fresco

Director de la colección: Luis E. Íñigo Fernández

Copyright de la presente edición: © 2018 Ediciones Nowtilus, S.L.

Camino de los Vinateros 40, local 90, 28030 Madrid

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Elaboración de textos: Santos Rodríguez

Diseño de cubierta: NEMO Edición y Comunicación

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ISBN Digital: 978-84-9967-972-3

Fecha de publicación: octubre 2018

Depósito legal: M-29163-2018

Prólogo

Parece más que evidente que, si queremos un futuro energético sostenible, el actual modelo energético es inviable. La humanidad se enfrenta al que posiblemente es el reto común más importante al que nos hemos enfrentado nunca, un cambio climático que amenaza con alterar enormemente nuestros ecosistemas y nuestras estructuras sociales, y una de las acciones clave para poder mitigarlo es la generalización del uso de fuentes de energía renovables.

Cuando comencé mi carrera investigadora a finales de los años 70 del siglo pasado en el campo de la física de los semiconductores, las energías renovables eran una curiosidad científica con muy escasas aplicaciones comerciales. Durante la realización de mi Tesis Doctoral, dedique varios años al estudio de las propiedades de un semiconductor, el CdS y en años posteriores, a las del CuGaInSe2. Hoy en día, esos materiales forman parte de células solares que han alcanzado un notable éxito comercial, lo cual ni en el mejor de mis sueños podía imaginar que llegara a suceder.

Con el paso de los años, gracias a la continua investigación y el esfuerzo inversor de organismos públicos y privados, las energías renovables mejoraron y se hicieron más eficientes y competitivas hasta el punto de poder rivalizar con las fuentes de energía tradicionales. Por poner un ejemplo de esta evolución: el precio del vatio fotovoltaico a finales de los 70 estaba por encima de los 70 dólares mientras que a mediados de la década del 2010 su coste ya había caído por debajo de los 30 centavos de dólar, lo que ha implicado un abaratamiento extremo de la electricidad generada por esta fuente de energía. Energías como la eólica o la solar fotovoltaica ya son plenamente competitivas, no necesitan ni ayudas ni subsidios en gran parte de los países y sus costes todavía se reducirán más en los próximos años.

Otras energías renovables como la termosolar o la marina aún no han alcanzado ese grado de madurez, pero si siguen una curva de aprendizaje parecido al de la eólica y la fotovoltaica lo serán en unos años. Sin embargo, las energías renovables no están exentas de problemas. El principal inconveniente de algunas fuentes energéticas modernas como la eólica o la solar es su intermitencia, lo que las hace poco previsibles y no permite que puedan satisfacer las necesidades energéticas de nuestra sociedad por sí mismas. Desarrollar sistemas de almacenamiento adecuados y a gran escala es necesario para poder aumentar el valor de este tipo de energías y su desarrollo será uno de los grandes retos del futuro.

Hoy en día estamos en un proceso de transición energética que no tiene vuelta atrás. No por casualidad, el expresidente de los Estados Unidos de América, Barak Obama, publicó el 9 de enero de 2017, un artículo en la prestigiosa revista Science, con el llamativo título The irreversible momentum of clean energy. (B. Obama, Science, 10.1126/science.aam6284 [2017]).

La mayoría de potencias mundiales están haciendo un enorme esfuerzo inversor para propiciar esta transición que, sin embargo, no está exenta de dificultades. La principal de ellas es que estamos aún en un punto muy incipiente del camino, pues los combustibles fósiles todavía satisfacen el 85 % del mix energético mundial. Por muy rápido que sea este proceso tardaremos décadas en completar esta transición. De hecho, el principal debate político y técnico que existe en este terreno no es si se debe acometer esta transición energética, algo que casi todo el mundo da por descontado, sino la velocidad de la misma. Las grandes empresas multinacionales, desde compañías petroleras hasta la industria automovilística, ya han comenzado a adaptarse al cambio y están trabajando en campos como las energías renovables o la movilidad eléctrica, pero todavía existe una inercia y unos intereses consolidados que generan discrepancia sobre la velocidad y la profundidad de este cambio.

En este libro, Pedro aborda esta problemática haciendo un repaso al pasado, presente y posible futuro de la energía con un estilo divulgativo, ameno y enormemente didáctico, tan familiar para mí desde los tiempos en que compartíamos tribuna en una de las secciones del diario Público. La temática y el formato es otro, pero la claridad expositiva es la misma. Además, el libro contiene una cantidad de datos completamente actualizados verdaderamente asombrosa y será de extraordinaria utilidad a quienes tengan interés en esta temática, de tanta actualidad en este momento. Por todas estas razones, el libro podrá ser leído sin dificultad por un amplio abanico de lectores.

La estructura del libro ayuda al lector no especialista a familiarizarse con la naturaleza y problemática de las principales fuentes de energía antes de abordar el apasionante reto de la transición energética y de sumergirse en el futuro a medio y largo plazo, con la obvia dificultad que tiene esta tarea. Se aborda una amplia cantidad de temas en un espacio relativamente corto, lo que supone un gran esfuerzo de síntesis que probablemente dejará al lector con ganas de ampliar conocimientos en los temas que le resulten más atractivos. Si lo consigue, si el lector se queda con esas ansias de conocimiento, entonces el libro habrá cumplido su principal objetivo.

Deseo a Pedro un gran éxito con este libro tan interesante y que aporta tanto al debate presente. Y a los lectores desearles que se apasionen con este futuro de la energía, que tantos y tan importantes retos plantea y en el que todos nos jugamos tanto.

Ignacio Martil

Doctor en física y catedrático de electrónica en la Universidad Complutense de Madrid

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